Rym.

Sus pensamientos avanzan a grandes zancadas tanto que, a veces, cree que no los podrá alcanzar.   Rym nota que vuelve a evadirse de la realidad y su 'yo' más oculto la despierta de su ensimismamiento. A veces tiene la impresión de que vive en una esfera vacía, tocando la realidad desde el otro lado del cristal sin formar parte de ella. Es la que se menea en las verbenas con aire distraído, la música no se apodera de sus actos y analiza los gestos desde su posición “privilegiada”. Es la que observa al tipo alto que sobresale de la multitud y a la que los amigos intentan animar. Rym preferiría estar con un libro y una manta bajo la luz de su flexo. No se odia a si misma. Sin embargo, a veces desearía ser como aquella chica del pelo rizado, camiseta ajustada, pantalones pitillo y manoletinas desgastadas. Ser como la que se mueve al ritmo del reggaetón y es la reina de la fiesta sumergida en cuatro cubatas. La que se siente especial.

Huele a marihuana y tipos con pendientes, rostro reluciente, rosario en cuello y pantalones blancos se pasean observando al ganado. Suena una canción que Rym no conoce y sigue sumida en  sus pensamientos. Intenta no ruborizarse (aunque sabe que con la luz de colores intermitente que sale disparada desde el escenario, no saldrá a la luz su vergüenza) cuando un chico rubio se acerca a hablarle. Es su hermano...[...] Rym se gira hacia la derecha y a lo lejos, lo ve pasar. Con su cabello corto y su sonrisa permanente, besa en la mejilla a alguien a quien no logra divisar. Vuelve a su mundo. Piensa, piensa...

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