El vacío.

Respiro profundamente, alzo los brazos y me impulso. Por un momento vuelo y siento el mundo bajo mis pies. Soy libre, me digo. Desgraciadamente, instantes después mis dedos de los pies empiezan a rozar el mundo real. Todo ocurre a cámara lenta pero rápidamente a la vez. Se me contagia el frío del agua clorada azul y estoy unos segundos en el vacío. Floto y siento mil burbujas corriendo por mis caderas. Mis ojos se bañan con imágenes inconexas. Mis pulmones sacan sus zarpas y arañan mi pecho desde dentro. Mi rostro retorna a la superficie y junto a un recuerdo entrañable, el olor a salitre de la playa vuelve a mi nariz. Como ayer. Todo era mejor ayer. El pasado. El verano pasado. El curso pasado. El año pasado. Siempre todo se vuelve más bonito desde la perspectiva.
Abro los ojos y veo el cielo azul. Una nube capitanea a otras tantas pero sé que solo sobrevuelan mi casa de paso y que no se quedarán para arruinarme el baño. Decido que cerrar los ojos y dejarme llevar es la mejor opción. Entonces, vuelven las imágenes, las palabras, las canciones.
Se me debió disparar el chip cinéfilo porque empecé a oír una balada sobre juventud, sonrisas y libertad en mi cabeza. Era como el toque final a la temporada de una serie cualquiera, que después de varios episodios trágicos finalizaba con una metáfora fresca y esperanzadora. El sol daba a las montañas un color dorado, muy brillante en los bordes de las mismas, y la playa despachaba a los últimos bañistas. Luchábamos con las olas y flotábamos en la espuma que éstas dejaban tras su paso. Era como ese momento de euforia egocéntrica en el que sólo quieres saltar, reírte e incluso caerte, sin escuchar los lamentos de los noticiarios o los comentarios sobre la última tragedia que encabeza periódicos. Tragué agua salada hasta el punto de notar como ardía mi garganta pero nada me importaba.

Entreabro los ojos y veo a mi perro adormecido entre mis pestañas. La tarde anterior había sido una de esas escenas que recuerdas durante años y que se edulcora con el tiempo. Puede que fuera el cierre de temporada de nuestra propia serie dramática. Pues, hacía ya unas semanas que todo parecía ir a peor.


Photo: weheartit.com 

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