¡Cuánto tiempo! (THE TIME)

Cierro uno de los volúmenes de la enciclopedia LAROUSSE, mientras con la otra mano tecleo el link de aquel blog que empecé a escribir el pasado verano, cuando mi día a día no estaba fraccionado en horas ocupadas por demasiadas tareas. Acabo de copiar algo de información sobre la publicidad, para esa asignatura, T.M.I (Trabajo Monográfico de Investigación) que en mi opinión está fatal organizada para un grupo de palurdos estudiantes de 4º de la ESO (y me incluyo). Bueno, a lo que iba: mientras realizaba esa aburrida tarea, pensaba en aquellos momentos del año en los que tienes demasiadas horas para ti y en las que tienes algo de hueco para hacer lo que te gusta. Me acordaba de este blog, y de la necesidad que tengo hace tiempo de entrar, escribir y desahogarme. Ha sido un año, que se podría calificar de intenso, espero poder escribir sobre eso en otra ocasión. Mi agenda ha estado y sigue estando, repleta de anotaciones en bolígrafo con el fin de no olvidar todo aquello que a lo largo de un día escolar debo hacer. Tengo 16 años, pero necesito apuntar todo lo que tengo que hacer, así al final del año, mi agenda es un espejo de mi día a día e incluso de como soy yo. Así pues, venía diciendo que todo eso que tengo apuntado en mi personal agenda, me ocupa tanto tiempo, que me es imposible hacer aquello que realmente me gusta y con lo que disfruto: básicamente escribir, leer, escuchar música o tocar la guitarra. Y con esto, lo que quiero decir es que, a pesar de que entiendo que necesito todo lo que estoy haciendo tanto en clases como en lo demás, para mi propia formación personal, me gustaría de vez en cuando tener algo de tiempo para no pensar en nada y sólo hacer lo que me gusta. Y si alguien alguna vez lee esto dirá "Bueno, ¿y las vacaciones qué?" y vale, toda la razón, pero también digo que son las 12 de la noche de un jueves de vacaciones de pascua y hace solamente un rato estaba con el deber, cosa que durante todo el día me ha estado rondando por la cabeza y me he impedido disfrutar de lo que tenía delante.

En fin, que esto ni mucho menos es una queja a los deberes, tareas, trabajos o exámenes, simplemente he entrado en el blog y he decidido que iba a escribir. No sé, si acertadamente o no pero es lo que me ha parecido en este momento.

Y así, vuelvo a abrir mi blog de nuevo con la primera entrada del 2011, plasmando lo primero que me ha venido a la cabeza, desafiando a mi agenda que mira celosa al ordenador, esperando que la abra para ver lo que tengo que hacer mañana.